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lunes, 23 de enero de 2012

El Año del Dragón



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El dragón que cruzaba los cielos chinos representaba el transcurrir del tiempo y era símbolo tanto de buenas noticias como del ciclo menstrual. Poseía poderes ocultos y se lo consideraba una fuerza vital. A diferencia de los amenazadores dragones occidentales, el dragón chino es una criatura benéfica que gobierna los elementos del clima. Los nacidos bajo este signo, por lo tanto, pueden influir sobre los acontecimientos a través de su comprensión casi intuitiva de las situaciones.



Esa influencia no siempre es beneficiosa, pero por lo menos se intenta hacer algo. A veces, una falta total de realismo afecta el resultado final. Los Dragón están tan seguros de sí mismos que en ocasiones llegan a creerse infalibles. Su necesidad de actuar a cualquier precio puede volverlos poco metódicos. Les gusta iniciar proyectos o relaciones, pero su impetuosidad juvenil a menudo los lleva a emprender nuevas aventuras antes de que las anteriores hayan dado fruto. Su fachada de altanería oculta una sombra de inseguridad que explica su necesidad de que todo presente el mejor aspecto posible, ya sea una cara sonriente o un traje nuevo.

Los Dragón siempre están canalizando sus energías en algo. Cuando las cosas no salen bien, las amistades suelen sufrir las consecuencias de un mal genio. Un dragón siempre debería tratar de controlarse. A los Dragón les gusta el comienzo del verano. Los frutos de la primavera se hacen visibles, ocurren cosas, y ellos se sienten felices. Las primeras horas de la mañana, que prometen una jornada de intensa actividad, son su mejor momento del día.

Todo este texto esta íntegramente copiado del siguiente libro de astrología china
que me regalo una compañera esta Navidad.


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